Los que
habitan esta casa se acostaron después de que entraron al baño y abrieron las
llaves del agua para lavarse los dientes, después de que “jalaron” el agua del
inodoro, después de que cerraron las puertas y después de que se dieron el beso
de las buenas noches.
Las noticias
también se sintonizaron, ya fuese en radio o televisión. Como a las 10 o a las
11 los regaños de la abuela para que yo durmiera fueron frecuentes.
Hubo sonidos
indeseables en la noche: el estruendo de los cohetes, el señor de los tamales, las
fiestas de los vecinos en la madrugada, los aullidos, los maullidos, el “clic”
de las teclas de la computadora porque ¡Cómo fastidió el sonido de las tareas
inconclusas!
A partir de
las 11pm., las personas encontraron un poco de silencio para poder acostarse.
Hola Yanine como estas? he recorrido un rato tu blog. eres muy técnica, sabes usar las palabras, creo que puedes escribir bien prosa es decir cuento y novela... Un beso, gabriel Dancygier.
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